La esperada reunión de Black Sabbath con Ozzy Osbourne para un último y épico concierto en Birmingham el próximo 5 de julio ha dejado un reguero de indignación entre sus seguidores. Las entradas volaron en menos de 16 minutos tras salir a la venta, dejando a miles de fanáticos en colas interminables y con las manos vacías.
El regreso más esperado… y el más frustrante
Black Sabbath anunció su concierto benéfico en Villa Park, Birmingham, con un cartel de ensueño en el que figuran bandas legendarias como Metallica, Pantera, Slayer, Gojira y Anthrax. Un evento único, con el que los pioneros del heavy metal buscaban despedirse de sus fans con una gran celebración de su legado. Pero en lugar de emociones y nostalgia, lo que ha dominado el ambiente es la frustración y la rabia por un proceso de venta de entradas que muchos consideran un desastre absoluto.

Precios desorbitados y reventa abusiva
La indignación de los fans no solo se debe a la rapidez con la que se agotaron los boletos, sino también a los precios abusivos. Las entradas más básicas partían desde 197,50 libras, mientras que los paquetes premium alcanzaban los 834 libras. A las pocas horas, la reventa en plataformas secundarias ya ofrecía boletos por precios que superaban los 800 libras, lo que ha desatado una ola de críticas a Ticketmaster y al sistema de distribución de entradas.
«No son fans reales»: la polémica en redes
La desesperación de los seguidores se trasladó a las redes sociales, donde miles de personas expresaron su frustración. «Si las entradas están agotadas, ¿por qué sigo en la cola en el puesto 12.000?!«, se quejó un usuario en X/Twitter. Otro fan indignado añadió: «He seguido a esta banda toda mi vida y ahora no puedo conseguir un ticket. Un desastre total.» Muchos acusaron a revendedores y especuladores de haber acaparado las entradas, dejando a los «verdaderos fans» sin opciones.
Ozzy Osbourne y su batalla contra el tiempo
Este último show de Black Sabbath también tiene un peso emocional significativo debido a la salud de Ozzy Osbourne, quien ha luchado con el Párkinson desde 2020 y ha admitido en múltiples entrevistas que su movilidad se ha visto seriamente afectada. La oportunidad de ver al «Príncipe de las Tinieblas» en el escenario una última vez había generado una expectativa sin precedentes, lo que solo ha hecho que la frustración por la venta de entradas sea aún mayor.
La controversia no termina aquí
A pesar de la ola de críticas, los organizadores del evento han defendido el sistema de venta y aseguran que «el interés por el concierto superó todas las expectativas«. Sin embargo, las quejas de los fans y los precios desorbitados en la reventa siguen dando de qué hablar. Mientras tanto, los afortunados que lograron conseguir un boleto esperan con ansias lo que promete ser una de las despedidas más legendarias en la historia del rock.
¿Es este el adiós definitivo de Black Sabbath? ¡La controversia está servida!