Por Redacción LoffMusic | Junio 2025
Desde los escenarios más emblemáticos del teatro musical español hasta los focos de su primer proyecto como solista, Loa Miller emerge con una propuesta artística radicalmente personal. Quien se formó entre bambalinas junto a Nacho Cano con montajes como Hoy no me puedo levantar y La fuerza del destino, y ha compartido escenario en The Hole X con figuras como Alex O’Dogherty, Eva Isanta, Canco Rodríguez o Vinila Von Bismark, ahora da un salto en solitario, armado de r&b, indie internacional y una voz propia que busca conmover y trascender.
De las tablas al estudio: un nuevo lenguaje artístico
Con una trayectoria avalada por años de experiencia en teatro musical, televisión, doblaje, danza contemporánea y docencia, Loa Miller presenta una identidad artística difícil de clasificar. Su primer proyecto en solitario fusiona lo sonoro con lo performático: música con alma escénica.
“Mi objetivo es crear un espectáculo minimalista, donde la música, la moda, la coreografía teatral y la historia contemporánea dialoguen como un solo cuerpo,” comenta el artista.
Este nuevo trabajo, que he llamado Sasikume, se define por su autenticidad y por el carácter conceptual de cada propuesta. A través de letras escritas por él mismo, coreografías autorales y una estética visual cuidada, Loa plantea un viaje emocional y político donde el cuerpo es mensaje y escenario.
R&B emocional + indie europeo + performance escénica
A nivel sonoro, Loa Miller se apoya en el r&b contemporáneo de artistas como Frank Ocean o SZA, y lo mezcla con las texturas del indie más cinematográfico (Bon Iver, Sevdaliza, James Blake), todo sostenido por una ejecución vocal entrenada en los códigos del teatro musical y el jazz theatre.
Formado en instituciones como la RESAD, AMDA (Nueva York), el Conservatorio Superior de Danza de Madrid y Broadway Dance Center, su versatilidad no es solo técnica, sino también conceptual. Loa no canta: construye atmósferas.
LoffMusic opina
Loa Miller es uno de esos artistas que no busca “hacer música”, sino hacer arte desde la música. Su debut no es el de una estrella emergente al uso: es el nacimiento de una voz genuina que se sirve del espectáculo para proponer algo nuevo. Un discurso visual, sonoro y escénico en el que la autenticidad es la mayor forma de rebeldía.